Los cambios hormonales que viven las mujeres en las diferentes etapas de la vida, provocan una serie de desajustes nutricionales según la edad.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés), las principales etapas en las que se identifican los principales cambios hormonales son la edad reproductiva, el embarazo, la lactancia y la vejez.
Francisco Herrera Morales, nutricionista de Productos Nevada y Dos Pinos, explicó que esos cambios demandan una serie de nutrientes indispensables según la edad, para evitar problemas de salud.
Tal es el caso de la edad reproductiva en la cual las mujeres necesitan regular la pérdida de hierro que se da con la menstruación, con el fin de evitar enfermedades como la anemia. Para contrarrestar esta situación, el especialista recomienda el consumo frecuente de lácteos como fuente primaria del hierro, calcio y zinc.
“Por ejemplo, un vaso de leche (250 ml) puede aportar aproximadamente 300 mg de calcio. La Ingesta Diaria Recomendada (IDR) de calcio para las mujeres entre 19 y 50 años de edad es de 1000 mg/día. Con un vaso de leche al día se estaría cubriendo el 30% de la IDR de calcio”, destacó Herrera.
Durante el embarazo, las necesidades nutricionales requeridas son tanto para la madre como para el feto, ya que una buena alimentación rica en hierro y vitamina A evita los problemas en el embarazo, las posibilidades de abortos y malformaciones fetales, influye en el peso idóneo y la salud del bebé al nacer y la pronta recuperación de la madre tras el parto.
De acuerdo con Herrera, ligado al embarazo está la etapa de la lactancia, la cual es sumamente demandante debido a que los nutrientes de la leche materna dependerán de la alimentación de la madre y de sus reservas nutricionales.
Según el experto, durante esa etapa es indispensable el consumo de carbohidratos, los cuales aportan energía; así como alimentos ricos en proteínas, hierro, calcio, vitamina A y C que se encuentra principalmente en las frutas.
Por último, Herrera explicó que con la menopausia se presentan importantes desajustes hormonales que si no son tratados podrían empeorar con la vejez, desencadenando en enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, artritis, entre otras.
Además de una dieta balanceada, las adultas mayores deben incorporar una rutina de ejercicios regulares para combatir el sedentarismo.
Nutrientes esenciales según las etapas de la vida
Herrera afirmó que según la edad se requiere una alimentación balanceada para garantizar un aporte de energía y nutrientes adecuados.
Las mujeres en edad reproductiva, embarazo y lactancia deben consumir alimentos con hierro como por ejemplo: leguminosas, frutas, huevos, cereales y lácteos fortificados con hierro, carne de res, aves y otras.
En el caso de los adultos mayores se recomienda la ingesta de alimentos ricos en calcio como leche, queso, yogurt, vegetales como la col rizada, brócoli, repollo chino, sardinas y salmón.