De acuerdo con el Índice de Inclusión Financiera (IIF) 2022 de Credicorp, Panamá obtuvo un nivel de inclusión financiera de 54.6, el más alto de la región, en una escala de 100 puntos, en el que, a mayor puntaje, mayor nivel de inclusión financiera. El IIF evalúa el acceso, uso y calidad percibida del sistema financiero en 8 países de la región: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú. Para este estudio, Ipsos entrevistó a más de 14,000 personas.
Enrique Pasquel, gerente de Asuntos Corporativos de Credicorp, señala que “la promoción de la inclusión financiera es un tema prioritario en la región, en el que las autoridades, la academia y la industria financiera deben seguir sumando esfuerzos. En esa línea, resulta valioso analizar y entender la inclusión financiera, según las distintas variables demográficas”.
De acuerdo con los resultados de Panamá, los hombres tienen un nivel de inclusión financiera de 57 puntos, mientras que las mujeres alcanzan los 52.5 puntos, lo cual refleja que las brechas de género persisten en la inclusión financiera.
Al entrar en los grupos etarios, aquellos entre los 26 y 42 años poseen el índice más alto con 58.4 puntos; le sigue el segmento de 18 y 25 años con 53.7 puntos, y las personas entre los 43 y 59 años tienen 52.8 puntos. El nivel baja a 49.2 puntos en el segmento de los mayores a 60 años.
Por otra parte, respecto al nivel educativo, las personas con mayores niveles de educación están más incluidas en el sistema financiero. Los panameños con estudios de postgrado tienen un nivel de inclusión financiera de 72.3 puntos, en tanto que aquellos con educación universitaria y educación técnica tienen 61.8 y 57.5 puntos, respectivamente. En el segmento de las personas que no cuentan con estudios, la inclusión financiera apenas es de 14.5 puntos, la más baja, frente a los otros países que forman parte del estudio.
Otro aspecto en el que se identifican diferencias en los niveles de inclusión financiera es el ámbito geográfico en el que viven las personas. Los panameños que habitan en zonas urbanas tienen un nivel de inclusión financiera de 56.2 puntos, mientras que quienes viven en zonas rurales alcanzan los 48.9 puntos.
También los niveles de inclusión financiera son más elevados entre los trabajadores dependientes (65.9 puntos), los trabajadores independientes (52.6 puntos), los jubilados (55.5 puntos) y estudiantes (48 puntos). Las amas de casa (39.3 puntos) y los desempleados (39.6 puntos) están menos incluidos al sistema financiero.
En tanto, quienes cuentan con emprendimientos presentan un mayor nivel de inclusión financiera (60.5 puntos) respecto a los que no cuentan con uno (51.5 puntos).
Finalmente, los panameños que tienen acceso a internet poseen un nivel mucho más elevado de inclusión financiera que aquellos que no están conectados a internet: 55.5 puntos y 35.7 puntos, respectivamente. Sin duda, la digitalización y la adopción de soluciones digitales son un habilitador de la inclusión financiera en Panamá.