Trabajar en la seguridad alimentaria debe ser prioritario

Todos sin distinción alguna y sin importar en que parte del mundo nos encontremos deberíamos tener acceso a los alimentos, sin embargo la realidad es otra y golpea fuerte a niños y adultos.

En el informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022”, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se prevé que 670 millones de personas seguirán padeciendo hambre en 2030, el equivalente al  8% de la población.

El tema de la seguridad alimentaria fue abordado durante el evento “Muchas Voces, una región: América Latina y el Caribe trabajando en la agenda 2030 para el desarrollo sostenible”, organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF sostuvo: “El tema de la seguridad alimentaria requiere de urgencia y del trabajo mancomunado de los socios. En CAF luchamos contra el hambre a través de medidas concretas para garantizar la seguridad alimentaria, por ello con organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos y el ICCA, acordamos distintas líneas de acción para contribuir a los esfuerzos regionales y nacionales, que permitan reducir la cantidad de personas que padecen inseguridad alimentaria moderada o severa en América Latina y el Caribe y que en el año 2020 afectó a casi el 41% de la población”.

Desde el CAF se han financiado $1.100 millones para seguridad alimentaria a través de proyectos dirigidos a sectores como agua potable, educación, nutrición y mitigación.

En tanto, QU Dongyu, director general de la FAO, sostuvo que: “Se debe brindar apoyo inmediato a los más vulnerables para lograr que los programas de atención social se ejecuten y que la producción agrícola sea garantizada en función de los alimentos que se necesitan”.

Durante su ponencia hizo referencia a la crisis de los fertilizantes. En la región se importa el 85%  de los fertilizantes, una escasez podría  llevar a la falta de alimentos y por tanto una crisis alimentaria, que afectará a las familias de bajos ingreso.

Por su parte, Mohamed Irfaan Ali, presidente de la República Cooperativa de Guyana, manifestó la necesidad de que haya voluntad política para que la región pueda lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 y para ello será necesario invertir en la protección social para que las personas en pobreza logren mejorar su calidad de vida y tengan acceso a alimentos.

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