Al cierre de mayo del 2025, la cartera crediticia del Centro Bancario Internacional (CBI) totalizó $98,506, registrando un crecimiento de 9.5%, al compararlo con igual periodo del año anterior cuando sumó $89,996 millones adicionales.
Mientras que la cartera de crédito bruta local que alcanzó los $64,652.4 millones, registrando un crecimiento del 4.5% o $2,793.2 millones adicionales, con un notable dinamismo en los sectores de agricultura, comercio y consumo personal. Sin embargo, se observaron contracciones en sectores como pesca, construcción y ganadería.
Los indicadores crediticios muestran una mejora interanual, sin embargo, se advierte sobre posibles impactos rezagados derivados de interrupciones operativas durante el segundo trimestre, especialmente en regiones afectadas por protestas.
La cartera de depósitos continúa consolidando la estabilidad del sistema. En el CBI, los depósitos totalizaron $112,720 lo que representa un incremento de 6.3% o unos $6,685 millones más, mientras que el SBN reflejó un saldo de $98,495 millones, lo que representa un aumento de 5.2% o $4,828 millones adicionales, impulsados principalmente por los depósitos de particulares no residentes. Este desempeño reafirma el atractivo del sistema como destino de capital regional.
Los activos netos del CBI y del SBN registraron un crecimiento interanual superior al 6%, al totalizar $156,776.0 millones, lo que representa unos $8,841.0 millones adicionales.
Este dinamismo se atribuye al desempeño de la cartera crediticia y a las inversiones en valores, que también aportaron al crecimiento de los activos productivos. Esta estructura de balance diversificada refuerza la estabilidad del sistema frente a escenarios adversos.
El CBI exhibe robustos indicadores de liquidez y solvencia: el índice de liquidez legal se sitúa en 56.9 %, y el ratio de cobertura de liquidez (LCR) también supera con holgura el umbral regulatorio. El Índice de Adecuación de Capital (IAC) se mantiene con niveles de holgura por encima del mínimo requerido regulatoriamente con 15.71%, lo que garantiza un colchón suficiente para absorber eventuales choques externos o crediticios.
Este desempeño confirma la capacidad del sistema bancario panameño para adaptarse a un entorno de mayores exigencias, manteniendo niveles adecuados de rentabilidad, liquidez y solvencia. No obstante, el contexto internacional y los factores locales requerirán un enfoque continuo en la eficiencia operativa, diversificación de ingresos y preservación de la calidad de los activos.