En 1948, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció la salud como un derecho humano en su Constitución. Sin embargo, en las Américas, casi el 30% de la población presenta necesidades de atención de salud no cubiertas, una situación que se agrava en los países de renta baja y en las comunidades más empobrecidas y en situación de vulnerabilidad.
El Director de la OPS, doctor Jarbas Barbosa, señaló que “en la OPS, nos esforzamos por hacer realidad el derecho a la salud trabajando con nuestros Estados Miembros para promover la salud para todos, incluidas las poblaciones que viven en situaciones de vulnerabilidad”.
Para avanzar hacia el derecho a la salud, el doctor Barbosa subrayó la importancia de abordar las desigualdades históricas que dificultan hacerlo realidad para toda la población, y que se vieron agravadas por la pandemia de COVID-19. “Las condiciones socioeconómicas como la pobreza y el acceso limitado a servicios básicos exponen a las personas a un mayor riesgo de enfermedad. Además, las barreras financieras, geográficas y culturales dificultan el acceso a la atención médica para algunas poblaciones”, explicó.
La OPS recomienda transformar los sistemas de salud basándolos en la atención primaria de salud (APS), un modelo centrado en las personas y las comunidades, y enfocado en la salud y no en la enfermedad. También, pide abordar los determinantes sociales y ambientales que condicionan la salud, el bienestar y la equidad en salud de las personas y las comunidades mediante una acción intersectorial.
Aumentar la inversión en salud hasta al menos el 6% del PIB, invertir el 30% de estos recursos en el primer nivel de atención y eliminar los pagos directos en el punto de atención son otras de las recomendaciones para garantizar un acceso equitativo a los servicios.
El Director de la OPS resaltó que la Organización sigue avanzando en la implementación de su iniciativa para eliminar más de 30 enfermedades infecciosas e impulsar acciones contra las no transmisibles, como el cáncer o la diabetes. Además, enfatizó el trabajo de la OPS en el fortalecimiento de los servicios de salud de la región mediante la introducción de innovaciones y tecnologías para que puedan responder de manera más efectiva y equitativa a las amenazas sanitarias.
“La salud y el bienestar son aspectos centrales de una vida plena y no deben considerarse un privilegio, sino la base sobre la que la sociedad se desarrolla, crece y prospera”, afirmó Director de la OPS.