Mi Pueblito Interiorano recreó una “junta de embarra” para levantar una casa de quincha

En Mi Pueblito Interiorano se vivió la experiencia de una “junta de embarra” para levantar una casa de quincha como parte del proyecto de restauración y mejoramiento del lugar.

La “junta de embarra” es una costumbre de los pueblos panameños que rescata el valor de la solidaridad, en donde familiares, amigos y vecinos se unen al sonido de la saloma para construir una tradicional casa de quincha.

Durante la actividad varios turistas extranjeros como nacionales, que visitaron Mi Pueblito Interiorano, presenciaron la técnica antigua de construcción de casas que se usaba en nuestros pueblos interioranos: la mezcla de la tierra, el barro y la paja para crear las paredes y los techos de estas hermosas casas tradicionales.

Mariana López, turista mexicana, dijo que para ella y su familia fue una linda experiencia llegar y poder presenciar la forma en que construyen las casas, no tanto por la técnica sino por la unión que se ve para llevar a cabo este trabajo. “Es muy bonito poder conocer parte de las tradiciones de los pueblos panameños”, expresó la turista.

Y es que se podía escuchar la alegría de los hombres que preparaban la mezcla con los pies, entre gritos y salomas.

Las mujeres también apoyaron en la preparación de los alimentos: el tradicional sancocho y carne asada con yuca.

Todo se preparó para que quienes visitaran Mi Pueblito Interiorano vivieran la tradicional “junta de embarra”.

El encargado del Mercadeo y Publicidad de Mi Pueblito, Elías Vanega, manifestó que la idea de la “junta de embarra” es para mantener la autenticidad de la casa de quincha.

“Se utilizó la técnica que se ha pasado de generación en generación en nuestros pueblos interioranos. Esta actividad fue abierta al público para que vivieran la experiencia durante este proceso”, añadió.

También participaron niños, ya que es una tradición que trasciende generaciones, donde los padres enseñan a sus hijos la técnica del levantamiento de la casa de quincha.

Alberto Alonso es un niño que también formó parte de la “junta de embarra” y mostró su felicidad en ser parte de esta actividad. “Me siento muy contento porque esto no se ve en la capital, y formar parte de esto me hace valorar mucho más las tradiciones de los pueblos del interior”, agregó.

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