Más de 40 mil niños, niñas y adolescentes han cruzado la selva del Darién este año

En los primeros seis meses de 2023, más de 196.000 inmigrantes han cruzado la selva del Darién, entre ellos más de 40.000 niños, niñas y adolescentes, señala el más reciente informe de UNICEF La Infancia en Peligro: “El rostro cambiante de la niñez migrantes en América Latina y el Caribe”. En 2022, cerca de 250.000 migrantes, de los cuales unos 40.000 eran niños, niñas y adolescentes.

De acuerdo con el informe, el número de niños, niñas y adolescentes en movimiento en América Latina y El Caribe han alcanzado máximos históricos y ahora representan una mayor proporción de la población migrante que cualquier otra región. Mundialmente, los niños, niñas y adolescentes representan menos del 15% de la población migrante; sin embargo, constituyen el 25% de las personas en movimiento en América Latina y el Caribe.

Los niños, niñas y adolescentes migrantes no tiene acceso de forma fácil a los servicios esenciales como salud, alimentación, agua, protección o educación. En 2022, al menos 92 niños, niñas y adolescentes migrantes perdieron la vida o desaparecieron mientras se desplazaban por la región, una cifra superior a la de cualquier otro año desde 2014.

“La travesía de 100 kilómetros por la selva del Darién, también conocida como Tapón del Darién, es particularmente peligrosa y está plagada de amenazas naturales a las que los niños y niñas pequeños son especialmente vulnerables. Los niños, niñas y adolescentes también corren el riesgo de contraer diarrea, enfermedades respiratorias, deshidratación por la falta de agua potable, enfermedades transmitidas por insectos y ataques de animales salvajes”, señala UNICEF.

Desde el organismo internacional instan a los Estados Miembros de las Naciones Unidas de la región a que adopten las siguientes medidas para garantizar los derechos, la seguridad y el bienestar de los niños, niñas, y adolescentes migrantes y refugiados, entre ellas:

1. Continuar movilizando un enfoque regional para la protección internacional y abordar las causas fundamentales de la migración específicas de los niños, niñas, y adolescentes, para aprovechar la naturaleza interconectada de los movimientos migratorios y las respuestas políticas en la región.

2. Garantizar que los procesos de control en los centros de procesamiento regionales o fronterizos se llevan a cabo en coordinación con los proveedores de servicios, de modo que se identifiquen las necesidades de los niños, niñas, adolescentes y las familias y no se pase por alto el acceso a servicios críticos, como los servicios de protección infantil.

3. Reforzar los procesos fronterizos y de recepción que tengan en cuenta a los niños, niñas, y adolescentes, y que estén dirigidos por las autoridades de protección infantil en la fase más temprana posible, aplicar salvaguardias específicas para los niños, niñas, y adolescentes, preservar la unidad familiar, incluidos los niños, niñas, y adolescentes que viajan con sus cuidadores no parentales, y garantizar el acceso a los servicios jurídicos.

4. Dar prioridad a la atención basada en la familia y la comunidad y a la gestión de casos y medidas no privativas de libertad. Los niños, niñas y adolescentes no deben ser detenidos en instalaciones para adultos y no pueden ser separados de sus familias.

5. Garantizar que los niños, niñas, adolescentes y las familias tengan acceso integral a servicios básicos como educación, protección social, agua, saneamiento e higiene, salud y nutrición, durante el tránsito, una vez asentados en las comunidades de acogida y en caso de ser retornados.

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