Presentan recomendaciones para acelerar las acciones en salud mental

La Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), presentó un informe con 10 recomendaciones titulado una “Nueva agenda para la salud mental en la Región de las Américas” (NASMA).

Durante el 2022 los comisionados analizaron los efectos de la pandemia y recopilando soluciones innovadoras basadas en buenas prácticas en el contexto de la situación de la salud mental antes de la pandemia. Los comisionados señalaron algunas esferas prioritarias para la región y consultaron a las principales partes interesadas y a expertos a fin de formular 10 recomendaciones entregadas a la OPS. El informe está compuesto por un conjunto de políticas y estrategias de salud mental formuladas de manera que puedan ser incorporadas en las estrategias de recuperación pospandémica de los países. 

En la NASMA se presentan diez recomendaciones con los puntos de acción correspondientes, acompañados de ejemplos de casos eficaces en la Región de las Américas para guiar su ejecución. Presenta un marco basado en la evidencia y la experiencia que se puede adaptar a la situación local. Todos los países, independientemente de sus limitaciones de recursos, pueden poner en práctica esta agenda a fin de mejorar la salud mental de su población.

Entre las recomendaciones hechas están:

Elevar la salud mental a nivel nacional y supranacional. Específica los medios fundamentales para defi­nir la salud mental como una prioridad para el desarrollo nacional, incluir la salud mental en la cobertura universal de salud, y formar asociaciones y alianzas estratégicas para abogar por la salud mental y promoverla a nivel nacional y supranacional.

-Integrar la salud mental en todas las políticas. Promueve la integración de la salud mental en todas las esferas de la salud, así como en todos los sectores y en la respuesta a emergencias y desastres.

-Aumentar la cantidad y mejorar la calidad del ­financiamiento para la salud mental. Indica la forma de movilizar más fondos con este fi­n y de asignarlos de una manera más e­ficiente y equitativa.

Garantizar los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental. Aboga por el fortalecimiento de los derechos humanos relacionados con la salud mental por medio de leyes y políticas, la transición de los servicios de las instituciones psiquiátricas a la atención comunitaria y el aumento de la capacidad en materia de derechos humanos en todos los sectores.

-Mejorar y ampliar los servicios y la atención de salud mental a nivel comunitario. Describe medidas para mejorar la cobertura y la calidad de los servicios mediante la integración de la salud mental en la atención primaria de salud, la transformación de los servicios para que sean culturalmente competentes, el uso de intervenciones digitales, el aumento de la capacidad en materia de salud mental y apoyo psicosocial, y el empoderamiento de las personas que usan los servicios y sus familias

El documento concluye que la pandemia de COVID-19 ha mostrado a la Región de las Américas el alto costo de no priorizar la salud mental, pero también nos ha ofrecido una importante oportunidad para reconstruir mejores sistemas y atención de salud mental, que estén en consonancia con nuestra visión a largo plazo de una región donde todas las personas tengan acceso a atención de salud mental de calidad, independientemente de su origen nacional o étnico, color, género, idioma, religión o cualquier otra condición. Tenemos que decidir si queremos aprovechar esta oportunidad o dejarla pasar

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