Transcurría el año 2016, cuando en una visita a la comarca Ngäbe Buglé específicamente en el distrito de Kankintú, Inés María Fula Zamora tuvo su primer contacto con el cacao, a través de una bebida ofrecida por las autoridades del lugar. Su fascinante sabor y textura cautivaron no solo su paladar sino también su corazón.
Durante ese primer contacto con este fruto le explicaron que desde el punto de vista ancestral el cacao representa protección para los pueblos indígenas.
Su curiosidad la llevó a investigar y conocer más sobre su uso y en el 2019 decide comenzar a confeccionar jabones a base de cacao. Una pausa la alejo por un corto tiempo del proyecto, pero en octubre del 2020 lo retoma con resultados que ni ella misma esperaba.
Así nace Iremig Cacao un emprendimiento a base de cacao orgánico donde todo el producto es utilizado, tratándolo siempre con el respeto y cuidado que merece, aplicando así la economía circular. Su nombre es el resultado de la combinación de los nombres de sus hijos, inspiración que la motiva a continuar día con día sin desfallecer.
Cuenta con dos líneas de productos, una comestible donde se ofrece té a base de cascarilla, cacao seco y pastilla, mientras que la línea cosmética incluyen cremas hidratantes, exfoliantes, bálsamos labiales, mascarillas faciales, entre otros. Todos comercializados en bazares.
Se destacan como elementos diferenciadores la sostenibilidad y comercio justo, empoderamiento y creatividad, apoyo a la economía local, productos naturales y orgánicos. Trabaja con fincas agroforestales y se abaste del cacao cada dos meses.
Su familia es un pilar fundamental en todo el trabajo que realiza. “Tengo muchas motivación detrás, dice la emprendedora. Su madre por ejemplo le ayuda con la línea cosmética, su hija ayuda con el inventario y su hijo un poco más observador siempre atento a lo que su madre necesite.
Para Inés María el emprendedor debe conocer hasta la última fibra de su producto y ser una persona resiliente. “Usted no puede pretender que en su primer bazar lo venderá todo”.
Y gracias a esa perseverancia, la creadora de Iremig Cacao, ve los frutos de su esfuerzo. La Universidad Santa María La Antigua, durante la semana del emprendimiento la premió como ganadora al “Mejor Emprendimiento Liderazgo por un Egresado”.
El siguiente en Iremig Cacao
Inés María Fula Zamora no se detiene y desea llevar este emprendimiento al siguiente nivel y para ello se prepara y capacita. Recientemente culmino sus estudios para certificarse con Normas ISO 14,001, 45,000 y 9,001.
En la actualidad elabora un plan detallado de Responsabilidad Social cuyo objetivo se centrará en capacitar a comunidades indígenas en temas relacionados al emprendimiento y economía circular.
También estudia para aprender a confeccionar papel reciclado con cascarilla de cacao e incorporarlo a su portafolio de productos y planea utilizar el caparazón del cacao para una línea de bisutería.
Inés María sueña con contar y compartir la historia del cacao donde los protagonistas sean los más longevos de la comunidad y motivar a la nueva generación a que continúe con su cultivo.
En marzo del 2024 viajará a Canadá para participar en Expo Manger Santéde donde presentará los productos de Iremig Cacao.