¿Funciona realmente la medida de control de precio a los alimentos de la canasta básica?

Con libreta en mano cada 28 días, Adelina Rosales acude a realizar sus compras al supermercado. Esa libreta color gris le permite hacer un comparativo mes a mes de cuánto ha sido el incremento de lo que usualmente compra.

Cuenta la señora Rosales, modista de profesión, que hace cinco meses gastaba 135 dólares pero ahora debe pagar entre 175 y 185 dólares para un supermercado de dos personas.

“En casa estamos tratando de ahorrar, pero alimentarse es importante y más cuando hay un adulto mayor”. Pensé que con el control de precio las cosas mejorarían pero ha sucedido todo lo contrario”, añade Rosales.

Hace escasos días el Gobierno Nacional mediante Decreto Ejecutivo N° 1 del 18 de enero de 2023, extendió el control de precios a 18 productos de la canasta básica de alimentos por un periodo de seis meses.

Entre los productos que se mantienen bajo el control de precios están la babilla, bistec de cinta sin hueso, pollo entero Panamá, arroz de primera, tuna en agua en trozos lata de 142 gramos, pan molde blanco, pan michita, coditos, entre otros.

De acuerdo con la economista Maribel Gordón, el control de precios ha sido ineficaz producto de que no ha existido una voluntad de hacer efectivo el proceso y es parte de la denuncia hecha en la Mesa Única de Penonomé.

“Hay una fuerte ola inflacionaria de incremento de los precios sobre todo de los alimentos, producto de la especulación y de los altos márgenes de ganancia que se mantienen en una estructura oligopólica  del mercado de distribución de alimentos del país”, dice Gordón.

Para la economista el control de precios es necesario y urgente y debe estar acompañado con otras políticas públicas como lo es eliminar lo que en teoría económica se llama la “falla del mercado”. Un mercado que sea cónsono con la realidad. Señala además la necesidad en el largo plazo de una política que favorezca la producción nacional, es decir la seguridad y soberanía alimentaria.

Hay que controlar las importaciones en el sentido de no desfavorecer al productor y eso requiere un proceso de planificación bien estructurado, agregó Gordón.

Otro termómetro de medición

El más reciente informe de Instituto Nacional de Estadística y Censo  sobre el Índice de Precios al Consumidor señala que se refleja un alza en el grupo alimentos y bebidas no alcohólicas por el crecimiento en ocho de sus once clases. La mayor variación se observó en las Legumbres-Hortalizas de un 3.9%, debido al incremento en el precio de tubérculos, legumbres y frijoles en conserva.

El documento detalla además que diciembre aumentaron las cremas y harinas un 12.7%, la carne de res 3.2%, la leche 6.7%, la leche en polvo 7.4% el queso 11.1% el pescado 3.2%, frijoles 3.3%, entre otros

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