Como instrumento financiero utilizado de forma responsable, la tarjeta de crédito es funcional y utilitaria. En pandemia muchos debieron usarla para gastos médicos o emergencias no contempladas dentro del presupuesto familiar y otros debieron acogerse al alivio financiero y reestructurar para evitar una mala referencia de crédito.
A noviembre de 2022, un total de 683 mil 944 tarjetas de crédito se encontraban activas, generando una deuda total de 2,4 millones de dólares, el equivalente a un saldo promedio por tarjeta de aproximadamente 3 mil 638 dólares, de acuerdo con datos proporcionados por la Asociación Panameña de Crédito.
Si se compara con igual periodo del año anterior se observa una disminución en la cantidad de tarjetas activas es decir, 2 mil 316 tarjetas menos en el mercado.
A noviembre de 2022, un 17.3% del saldo de la deuda en tarjetas reflejó una morosidad de más de 61 días. Al compararlo con igual periodo del año anterior el saldo de la deuda fue de 7.5%.
El mismo informe detalla que a noviembre de 2020, la cantidad de tarjetas activas era de 743 mil 373 con una deuda total de 2.5 millones de dólares y una morosidad en la deuda de más de 61 días de tan solo 3.4%.
En Panamá el abanico de opciones para optar por una tarjeta de crédito es amplio. La tasa de interés promedio más baja se sitúa en 13.50%, mientras que la más alta es de 28%.
En tanto que la anualidad más baja de una tarjeta de crédito está por el orden de los 40 dólares y la más alta supera los 100 dólares, según el análisis de costos de intereses nominal de tarjeta de crédito realizado por la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco).
Para hacer buen uso de la tarjeta de crédito se recomienda:
- Evitar retiro de dinero en efectivo
- Cumplir con las fechas de pago establecidas por la entidad bancaria para evitar caer en morosidad.
- Pagar un poco más de la letra mínima para disminuir el saldo
- Escoger un límite de crédito acorde con sus ingresos
