A sus 62 años Pablo De Gracia aprendió de las bondades de la tecnología. Su nieto Elías le enseño con paciencia hacer uso de la banca en línea y realizar pagos desde la comodidad de su hogar.
Confiesa que no imagino nunca tener la oportunidad de hacer cosas habituales de forma tan sencilla y rápida. La pandemia le permitió este aprendizaje y hoy agradece a su nieto por la dedicación; ahora es más independiente y anhela a que otros adultos mayores tengan las mismas facilidades que él.
Según estimaciones de Naciones Unidas, globalmente, en 2050 el porcentaje de personas mayores de 65 años pasará del 9,3% al 16% de la población. América Latina y el Caribe (ALC) es la región que más rápidamente envejece y donde se concentrará el mayor aumento de la población de más de 65 años que pasará, en tres décadas, de representar el 9% al 19% de la población.
El más reciente análisis del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) “Finanzas plateadas, zona de no exclusión financiera aborda este tema.
En promedio, las mujeres viven, cinco años más que los hombres por lo que hay más mujeres mayores que hombres mayores. En América Latina y el Caribe, hoy en día hay 8 millones más de mujeres mayores de 60 años que hombres del mismo grupo etario, según el BID.
El documento señala que es cada vez más evidente el riesgo de “exclusión financiera” de las personas mayores por la brecha digital y por la falta de productos o servicios pensados en suplir sus necesidades.
Para superar el edadismo, indica el documento, es fundamental que los actores financieros promuevan campañas internas y externas, generando sensibilidad entre los empleados y el público.
En países cercanos al nuestro como por ejemplo Colombia el Banco Caja Social estableció durante la pandemia varias medidas para garantizar los servicios financieros de los adultos mayores. Habilitaron el retiro sin costo en cualquier cajero automático para quienes tuvieron una tarjeta de débito.
En tanto en el Banco Nacional de Costa Rica, la atención al adulto mayor forma parte de las seis áreas prioritarias en su plan estratégico de sostenibilidad. El banco organiza talleres de capacitación sobre la “Importancia Social y Potencial Financiero del Adulto Mayor” y apoya con financiación y otros productos el emprendimiento de los adultos mayores.
En Uruguay NudaProp, un emprendimiento liderado por dos mujeres, utiliza un mecanismo de nuda propiedad para que las personas mayores propietarias de un inmueble puedan cubrir sus necesidades de liquidez, sin tener que mudarse, conservando el derecho de uso de por vida.
Acciones a seguir
El documento elaborado por el BID sugiere algunas acciones a seguir para que más adultos mayores tengan acceso a productos financieros:
- Reducir la brecha digital acompañando a los clientes en la adopción de nuevas tecnologías.
- Mejorar la protección y reducir el fraude a los mayores.
- Facilitar la accesibilidad de clientes con necesidades especiales.
- Ofrecer productos bancarios para mayores.
- Ofrecer servicios y ofertas especiales para mayores.
- Enfoques holísticos.