Tío Yeyo la empresa familiar que se reinventa y sigue conquistando paladares

Francisco Cassino y su esposa Marie Lu de Cassino dirigen Empresas Tío Yeyo, una empresa familiar que nació como un emprendimiento y que con el paso del tiempo ha conquistado los corazones y paladares de muchos de sus clientes.

Transcurría el año de1998 cuando Saverio Cassino y Mireya de Cassino decidieron comenzar a hornear las galletas de la abuela que eran tan gustadas en cada comida familiar.

La señora Mireya vendía las galletas en su trabajo al igual que su esposo y con los ingresos se lograban completar el presupuesto, pues se vivían tiempos algo complicados, recuerda Francisco Cassino.

Pero el señor Saverio “Tío Yeyo”, fue más allá y como buen vendedor buscó establecimientos para vender el producto. Y fue con perseverancia que las galletas llegaron a la provincia de Colón y cautivaron a grandes y chicos.

El tiempo transcurrió y el éxito de las galletas creció. En el año 2003, comienza la comercialización de las “Galletas de Tío Yeyo” en Farmacias Metro con una presentación más formal y con todos los requisitos para cumplir con los estándares de calidad del lugar. Luego llegaron a los Deli Gourmet, Casa de la Carne, entre otros lugares.

Se incorporó otro producto, cuenta Francisco, pues la clientela preguntaba con frecuencia que novedades tenia Tío Yeyo, entonces deciden hacer un mixto de almendras, pepita de marañón y nueces.

En el 2014 Francisco conoció a Marie Lu, quien lo motivó a tomar las riendas del negocio. Es así como en el 2015 renuncia su trabajo y asume la responsabilidad de dirigir la empresa.

Desde que sus padres vendían las galletas, Francisco manejaba la contabilidad, las facturas, los estados de cuenta por eso conocía la empresa como nadie. Y poco a poco se fue fijando metas, pero para alcanzarlas tuvo que perseverar, tocar puertas, hacer ajustes, comprar equipo y hasta re-hipotecar su casa.

Sus sueños no tenían límites y mucho menos barreras y con arduo trabajo amplió la comercialización de las galletas hasta llegar a los Supermercados Rey, Riba Smith, Farmacias Arrocha, entre otros.

Admite Cassino que ser emprendedor no es fácil, conlleva muchas tareas que se tienen que desarrollar para hacer crecer a la empresa. “Es complicado salir adelante con una empresa familiar, se compite con franquicias, pero no es imposible”.

Durante esta conversación su esposa Mari Lu de Cassino hace énfasis en un tema y es que la burocracia y los requisitos que deben cumplir los pequeños y medianos empresarios son muy elevados y considera importante que eso cambie o se hagan ajustes. “Las pymes son el motor del país”.

Previo a la pandemia el volumen de trabajo aumentó en la planta, se contaba con 12 colaboradores y se entregaban 30 mil galletas al mes en los diferentes comercios de la ciudad.

Reinventarse para no dejar morir la marca

Las ideas innovadores de Francisco no paraban y entre 2018 y 2019 apostó por vender las “Galletas de Tío Yeyo” a través de la plataforma de Apetito 24. Algunos lo vieron como algo descabellado o poco probable, sin imaginar que aquello cambiaría el rumbo del negocio.

En marzo del 2020 y decretado el cierre por pandemia, la fábrica dejó de funcionar y hasta pensaron en cerrar definitivamente la empresa. Los bancos comenzaron a presionarlos, las líneas de crédito fueron canceladas y convertidas a préstamo.

En ese momento, en el mercado se habían entregado 3 mil paquetes de galletas las cuales quedaron encerradas en los establecimientos, mientras que en el local había 2 mil más las cuales fueron regaladas al personal de salud.

Y la pregunta era qué hacer y cómo enfrentar este nuevo reto. Tomando en cuenta la cercanía con Apetito 24, en la actualidad Pedidosya, se consulta si además de la galleta se puede vender sodas, pues en el congelador de la joven familia había una buena cantidad. La respuesta fue positiva y les informaron que podían vender lo que quisieran, menos licor.

El dúo de “Galletas Tío Yeyo” y soda comenzó a venderse de forma impresionante. No conforme con eso, Marie Lu comenzó a vender flan y es así como Francisco Cassino decide crear “La Tiendita Tío Yeyo” donde se podía adquirir dulce, flan, galletas, soda, brownie, hielo, café, pampers entre otros productos.

“Las solicitudes de pedidos no dejaban de llegar, iniciábamos desde muy temprano y terminábamos cuando la plataforma cerraba a las 11:00 p.m. Eso nos sostuvo económicamente durante el 2020 y 2021”, indicaron los esposos Cassino.

Las ganancias percibidas se usaron para pagar los créditos pendientes, pero hubo una entidad bancaria que no fue solidaria y empática y los dejó sin efectivo en la cuenta para continuar.

Pero para los esposos Cassino rendirse no es una opción, vendieron su auto y continuaron adelante. El país poco a poco retornó a la normalidad al igual que su negocio. En la actualidad la marca Tío Yeyo es más que galletas, ampliaron su portafolio y venden almuerzos corporativos, boquitas dulces y saladas, línea de postres incluyendo el flan dedicado a la señora Mireya.

Para la divulgación de su oferta gastronómica se apoyan en las redes sociales.

A futuro el sueño de Francisco y Marie Lu es tener una cafetería donde todos puedan degustar de las “Galletas de Tío Yeyo”, tomar un buen café y compartir con la familia y amigos.

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