Presencia de mujeres en posición de liderazgo en el sector público debe incrementarse

La presencia de mujeres en puestos de liderazgo es cada vez más notoria, los países de la región incluyendo Panamá trabajan en ellos, sin embargo falta un trecho importante para alcanzar esa igualdad.

El más reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “Mujeres líderes en el sector público en América Latina y el Caribe” indica que la presencia de las mujeres es aún limitada a los niveles más altos de toma de decisiones de las administraciones públicas centrales y además se concentra en algunos pocos sectores específicos, como salud y educación.

Si bien en toda la administración pública las mujeres representan el 52% de la fuerza laboral, ellas apenas ocupan el 23,6% de los puestos de nivel 1 de jerarquía, equivalente a ministro/a, según el estudio que contiene datos de la participación femenina para 15 países de América Latina y el Caribe. La brecha también persiste en escalones más bajos de liderazgo, pero en menor proporción. Las mujeres representan el 44,2% de los puestos de nivel 4, equivalente a director, señala el informe.

En el caso de Panamá, el análisis hecho muestra que el país avanza en la paridad de género con un 47,9%, seguido por Colombia, Paraguay y República Dominicana; mientras que Trinidad y Tobago y Costa Rica muestran una participación paritaria.

Susana Cordeiro Guerra, gerente del Departamento de Instituciones para el Desarrollo del BID, argumenta que “El sector público en la región necesita de una agenda más ambiciosa de igualdad de género para potenciar el talento femenino para el desarrollo”. “Diversos estudios confirman que la participación de mujeres en posiciones de liderazgo en el sector público genera múltiples beneficios económicos e impulsa objetivos adicionales de cobertura de servicios, así como su eficiencia y su eficacia”, agregó.

En promedio, el 41,4% de las posiciones de liderazgo de las 12 agencias seleccionadas para el estudio son ocupadas por mujeres. La segregación vertical (cuando las mujeres no ascienden a puestos de liderazgo) y horizontal (cuando las mujeres solo ascienden a puesto de liderazgo en sectores asociados con estereotipos de género tradicionales) persiste incluso en aquellos países donde la participación de mujeres es más alta.  De esta forma, la presencia de mujeres es mayor (45,4%) en áreas asociadas a roles estereotipados para las mujeres, como educación y salud, y disminuye su presencia (38,1%) en sectores históricamente masculinizados, como finanzas y defensa.

De acuerdo con el documento, para lograr mayor participación femenina en los puestos de liderazgo, se recomienda lo siguiente:

  • Romper las barreras de acceso para alcanzar la igualdad formal en puestos de decisión, con el establecimiento de metas género con objetivos claros y cuantificables y procesos de selección estratégicos.
  • Fortalecer las capacidades institucionales para que las políticas de género puedan ser transversalizadas en todas las áreas del sector público, además de la implementación de una gestión de recursos humanos con perspectiva de género.
  • Difusión de información desagregada y periódica sobre la presencia de mujeres en cargos de liderazgo en el sector público para el monitoreo permanente y para una mejor toma de decisiones.

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