Muchas son las interrogantes acerca de la extensión del subsidio del combustible establecido por el gobierno nacional a través de la resolución de gabinete número 80 del 18 de julio de 2022, una medida temporal que vence el 18 de octubre próximo y que fijo un precio de tres dólares con 25 centésimos el galón.
En los mercados internacionales el precio ha variado. Por ejemplo el West Texas Intermediate (WTI) que se cotiza en New York Mercantile Exchange cerró el viernes con un precio de $79.74, mientras que el crudo Brent de referencia en Europa cerró en $85.33
Voceros del gobierno han manifestado que es potestad del Presidente de la República extender este subsidio.
De acuerdo con los datos estadísticos del portal combustible.panamasolidario.gob.pa de la Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental (AIG), al 29 de septiembre de 2022, el monto total subsidiado en combustible para autos particulares se ubicó en $85 millones 820 mil, mientras que el monto total consumido fue de $323 millones, lo cual representó un ahorro de 26.56% para los consumidores.
Del monto total subsidiado, $45.4 millones corresponde al consumo de la gasolina de 95 octanos, $29.8 millones al diésel y $10.4 millones a la gasolina de 91 octanos. El combustible de 95 octanos sigue siendo el de mayor consumo con un 53%, seguido del diesel con 35% y la gasolina de 91 octanos con 12%.
En el mismo portal se detalla además que el total de vehículos que han recibido el beneficio es de 813 mil 773 y 11 millones 412 mil 471 transacciones se han realizado desde la entrada en vigencia del subsidio.
En el caso del transporte comercial, selectivo y colectivo el monto subsidiado es de $57 millones 739 mil y un monto total consumido de $195.8 millones. De este grupo unos 95 mil conductores utilizan el subsidio.
La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá en reiteradas ocasiones, ha señalado que los subsidios forman parte de los deberes del Estado para atender los problemas sociales de quienes lo necesitan, pero reconocen que estos representan una pesada carga para el gasto público, por lo que los gobiernos deben disminuirlos para que lleguen a la población objetivo y con los incentivos correctos para evitar su abuso. En algunos casos puede ser gradual y en otros, como se hizo con el subsidio eléctrico, demarcando el nivel tope de consumo para ser sujeto de subsidio.
Al gremio le preocupa que los subsidios tengan un manejo enteramente político y con incrementos que luego son difíciles de reversar. Por ello, consideran que los subsidios deben enfocarse en los grupos vulnerables y con fecha de terminación, ya que a mediano plazo los incentivos se vuelven negativos y esto se profundiza en periodos de crisis, así como programas de inserción en la economía, para esta parte de la población.