Se debe volver a una etapa de entendimiento, sostiene Álvaro Menéndez Franco

A sus  90 años, Don Álvaro Menéndez Franco mantiene intactos en su memoria anécdotas, historias y hechos importantes los cuales son sin lugar a dudas el más preciado tesoro que el poeta puede tener.

Se considera un hombre optimista, pues aún en las peores condiciones no ha perdido la alta moral.

De aquellos momentos importantes en la vida republicana del país, destaca el rechazo del tratado Filós-Hines donde la juventud tuvo un rol protagónico y la gesta patriótica del 9 de enero de 1964.

Menéndez Franco cree que la república debe fortalecerse para llegar a acuerdos como el de 1903. Considera fundamental volver a esa etapa de entendimiento y no repetir hechos como la guerra de los mil días.

Este señalamiento lo fundamenta en las discusiones que se dan en la mesa del diálogo en Penonomé donde “se avanza y retrocede”. “Han logrado que el Gobierno ceda en alguna medida y se adelantaron algunas peticiones como el tema de los medicamento que ahora plantea un nuevo problema para las farmacias de tamaño pequeño”.

Sobre el tema de educación el poeta y escritor sostiene que la misma está en crisis a nivel mundial, pues “el mundo avanza más rápido que la educación”. “La técnica los ha superado y el peligro está en que técnica nos vaya a dominar, tenemos nosotros que dominarla a ella”.

“Tenemos que vivir en paz porque es la forma en que desarrollamos  la ciencia, el arte, el deporte la amistad y el buen respeto”, añadió Menéndez Franco.

Merecido reconocimiento

Hace algunos días, la Alcaldía del Distrito Capital entregó a Don Álvaro Menéndez Franco las llaves de la ciudad, en un acto donde le acompañaron su esposa, hijos, nietos y amigos más cercanos entre ellos la Diputada Omayra Mayín Correa.

“Un homenaje muy alto que dice que soy un buen ciudadano, que he actuado cívicamente”, señalo el escrito de la obra Semblanza de Victoriano Lorenzo, primer guerrillero de América en el siglo XX.

Menéndez Franco quiere dejarle al país un legado de buena conducta, de respeto, ser una persona digna de las llaves de la Noble y Leal Ciudad de Panamá.

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