La tasa de desocupación de las personas jóvenes es de 14,4% más del doble que la general

El más reciente informe sobre el Panorama Laboral 2023 presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), destaca que la tasa de desocupación de las personas jóvenes es de 14,4% más del doble que la general, situada en 6,5%. Sin embargo, algunos países de la región exhiben tasas significativamente más altas que esas, llegando a valores cercanos al 30%

De acuerdo con los autores del informe, persisten dificultades históricas que experimentan las personas jóvenes en los mercados de trabajo de la región. Ellos enfrentan una mayor intermitencia laboral explicada, en parte, por las intensas entradas y salidas de la fuerza de trabajo. La mayor inestabilidad ocupacional, a su vez, se asocia a su mayor prevalencia en actividades informales, precarias y de baja calificación.

Estos desafíos, advierte el informe, pueden intensificarse con las transformaciones tecnológicas. En el actual contexto de una creciente necesidad de habilidades digitales, la formación profesional emerge como un elemento esencial para disminuir la brecha digital y de competencias entre los jóvenes. Además, juega un papel crucial al asegurar una mayor empleabilidad y acceso a empleos de calidad para este grupo.

La recuperación de los puestos de trabajo ha seguido estando traicionada por el crecimiento del empleo informal en la mayoría de los países. Las ocupaciones de tipo informal han contribuido a la creación de entre el 40 y 95% de los puestos de trabajo entre el tercer trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2023.

Otro dato que aporta el informe es que la tasa de informalidad promedio en los mercados laborales de la región se situó en un 48% a mediados del 2023, sin embargo, en algunos países superó el 70%.

En ese sentido, el panorama regional continúa siendo muy complejo. Más aún considerando que ciertas ramas de actividad -como, por ejemplo, servicio doméstico- con elevada incidencia de la informalidad y participación femenina aún registran rezagos en la recuperación del empleo.

Claudia Coenjaerts, directora regional a.i. de la OIT para América Latina y el Caribe señaló que “La región necesita medidas integrales que respalden la creación de empleos formales, fortalezcan las instituciones laborales y proporcionen protección social e ingresos a quienes más lo necesitan en un mundo laboral en constante transformación”.

Dinámica del mercado

Este año, la dinámica del mercado de trabajo en América Latina y el Caribe se caracterizó por presentar un aumento menor al 1% en la tasa regional de ocupación. La participación, por su parte, ha disminuido ligeramente en comparación al año anterior (62,3% en 2023 frente a 62,5% en 2022) y, finalmente, una desocupación promedio del 6,5%.

“Mientras que el empleo urbano retornó a los valores de 2019, aún se exhibe cierto rezago en el empleo rural”, aseguró Roxana Maurizio, experta en mercados de trabajo de la región y coordinadora del informe. “Ello ha contribuido a amplificar la brecha del empleo a favor del ámbito urbano existente previo a la pandemia”, agregó.

La tasa de participación laboral, al igual que lo mencionado previamente, es inferior a los valores prepandemia en ambas áreas, en alrededor de -2%.

Finalmente, debido a la recuperación más intensa en el empleo que en la oferta laboral en comparación con el año 2019, la tasa de desocupación se redujo tanto en áreas urbanas como en áreas rurales, 2,5 puntos porcentuales y 1,7 puntos porcentuales, respectivamente.

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