A medida que avanzamos hacia el 2025, se espera que la industria turística alcance nuevas alturas. Y a pesar de la inflación, existe un deseo por el impulso de los viajes que vimos en 2022 para que continúe a medida que los consumidores y viajeros recuperen intencionalmente el tiempo perdido.
De acuerdo con la Organización Mundial de Turismo, se estima que el 67% de los viajes de placer aumentarán o mantendrán su gasto desde 2023.
Desde el año pasado, varios expertos han visto una industria en proceso completo no solo a la recuperación postpandemia, sino un mercado turístico en auge y en proceso acelerado hacia la “sofisticación”.
Tras la pandemia, el deseo de viajar se ha disparado. Diversos factores están impulsando esta demanda, como la pausa obligatoria durante el confinamiento, ahorros suplementarios, modalidades de trabajo flexible y un reordenamiento de prioridades, opinaron Carolina Trasviña, Client Services Director de la célula de Travel & Hospitality, y Andrea Echavarría, Client Services Director de Travel & Hospitality en another, agencia de comunicación estratégica con la mayor oferta en el mercado de América Latina.
De acuerdo con cifras de Mastercard Economics Institute, muchos viajeros también buscan un respiro: el 71% de los consumidores dijeron que están desesperados por un descanso de su vida diaria, mientras que el 81% informa que la pandemia les enseñó a no dar por sentado los viajes. Esta actitud también se encuentra alimentada de una mentalidad llamada “YOLO” (siglas en inglés de You Only Live Once, que significa “solo se vive una vez”) donde el 80% de los viajeros dice que es igual o más probable que antes de la pandemia gasten en accesorios y experiencias premium que hagan que sus viajes sean más especiales.
¿Y qué buscan los viajeros?
Las expertas indicaron que los viajeros actuales buscan experiencias auténticas y fuera de lo común. De acuerdo con Carolina Trasviña, los usuarios quieren descubrir destinos menos conocidos y apoyar a las comunidades locales. Conceptos como el slow-travel, los viajes sostenibles, los retiros espirituales y el bienestar han adquirido nueva relevancia. Además, los viajeros ahora son más intencionales en cómo eligen pasar su tiempo fuera de casa, valorando las experiencias culturales auténticas y explorando gemas ocultas.
Echavarría indicó que el propósito detrás de los viajes también ha cobrado importancia. El 86% de los encuestados de la Generación Z y los Millennials prefieren comprar en empresas pequeñas y locales cuando viajan a un nuevo destino. Esta tendencia refleja un cambio hacia el consumo consciente y el apoyo a las economías locales.
La cultura pop y las redes sociales están influyendo significativamente en las decisiones de viaje. Las expertas coincidieron en que los viajeros están acudiendo en masa a lugares que ven en sus programas de televisión, películas y documentales favoritos. Además, los destinos que se ven bien en fotos y videos para redes sociales están ganando popularidad.
La gastronomía es otro factor clave en la elección de destinos de viaje. El 47% de la Generación Z y los Millennials han planeado un viaje completo para visitar un restaurante específico o asistir a un festival gastronómico. Los viajes impulsados por la comida están en auge, con los viajeros más jóvenes liderando esta tendencia.
Las vibras urbanas y las capitales culturales siguen siendo atractivas para los viajeros. Las ciudades llenas de vida, con pubs, mercados al aire libre y luces deslumbrantes, ofrecen a los turistas la oportunidad de estar en el corazón de la acción cultural.