Panamá es el país con la mayor brecha de género en la inclusión financiera

A pesar de que el 37% de las mujeres panameñas tiene un nivel logrado de inclusión financiera, Panamá es el país con la mayor brecha de género en inclusión financiera.

Los resultados se desprenden de la segunda edición del informe Brechas de Género en la Inclusión Financiera 2022 en la región, realizado por Credicorp, holding financiero líder en el Perú con operaciones en la región y que tiene presencia en Panamá a través del Banco de Crédito del Perú (BCP) y ASB Bank Corp.

El informe indica además que el 48% de los hombres está plenamente incluido al sistema financiero, con lo que se configura una diferencia de 11 puntos porcentuales entre hombres y mujeres en nivel logrado de inclusión financiera. Cabe señalar que la investigación en mención se ha elaborado desde el lado de la demanda, por lo que recoge percepciones y el sentir de los usuarios del sistema financiero en la región.

El estudio de brechas de género nace del Índice de Inclusión Financiera de Credicorp, realizado por Ipsos para medir el acceso, el uso y la calidad percibida del sistema financiera en ocho países de la región. La investigación también considera un análisis interseccional para identificar las diferencias en la inclusión financiera que se registran entre las mujeres según distintas variables demográficas, como edad, ocupación y nivel socioeconómico, entre otros.

Brechas en Panamá

Silvia Noriega, gerente de Sostenibilidad del Grupo Credicorp, destaca que el estudio ha permitido identificar que en Panamá se registran brechas de género en los indicadores de inclusión financiera, principalmente en acceso y uso.

En cuanto al Acceso, el 52% de los hombres panameños posee una cuenta de ahorros no vinculada a una tarjeta, mientras que el 49% de las mujeres tiene una. Cabe señalar que Panamá es el país con mayor participación de mujeres en tenencia de tarjetas de débito, con el 50% de las panameñas que cuentan con este producto. Sin embargo, las brechas de género son marcadas en la tenencia de tarjetas de crédito, pues el 30% de los hombres panameños cuenta con una tarjeta en tanto que solo el 23% de las mujeres tiene alguna. En donde no hay brechas de género es en la tenencia de billeteras digitales, pues tanto los hombres (46%) como las mujeres (47%) tienen casi el mismo porcentaje. En Panamá una de cada dos mujeres y hombres tienen una billetera digital, lo cual es muy positivo pues desincentiva el uso de efectivo.

En referencia a la dimensión Uso, el 51% de las panameñas utiliza medios bancarizados para realizar pagos de productos y servicios, en tanto que el 58% de los hombres panameños lo hace. Asimismo, las mujeres panameñas realizan en promedio 8 transacciones financieras al mes, en tanto que los hombres realizan 10 transacciones al mes. En la dimensión de Calidad Percibida, tanto los hombres como las mujeres tienen niveles similares de confianza en el sistema financiero panameño (53%), siendo nuevamente Panamá el país en el que sus ciudadanos muestran mayor confianza a su sistema, frente a los otros evaluados en el estudio.

“Estos resultados nos recuerdan la necesidad de seguir sumando esfuerzos entre el estado, la industria financiera y la academia para continuar impulsando la inclusión financiera en Panamá. Desde el sector financiero vamos a seguir generando soluciones digitales e iniciativas de educación financiera”, sostiene Noriega.

Silvia Noriega, gerente de Sostenibilidad de Credicorp, refiere que el Grupo trabaja para contribuir a crear economías más inclusivas y sostenibles en la región. Durante el 2022, Credicorp, a través de sus empresas, ha incluido al sistema financiero a más de 2 millones de personas en los últimos dos años. Es importante señalar que el 46% de las personas incluidas al sistema financiero peruano a través de Yape, la billetera digital más importante de ese país, son mujeres.

Análisis interseccional

Las mujeres panameñas más incluidas en el sistema financiero son las menores de 43 años, las de nivel socioeconómico alto y las trabajadoras dependientes. Panamá es el único país de la región en donde no hay diferencias marcadas en tenencia de cuenta de ahorros por zona de residencia, pues las mujeres de las zonas urbanas (49%) y de zonas rurales (48%) tienen al menos una cuenta de ahorros. Asimismo, 1 de cada 2 mujeres con acceso a internet posee una cuenta de ahorros.

Las usuarias más intensivas de Panamá son las de NSE alto (23,43 transacciones al mes), las trabajadoras dependientes (15,13 transacciones) y las que cuenta con estudios de postgrado (21,85 transacciones al mes).

Resultados en la región

Según el IIF, el 23% (11% en 2021) de mujeres de la región se encuentra en el nivel logrado u óptimo de inclusión, a diferencia del 28% mostrado por los hombres. Si bien, las diferencias en cuanto a género se han acortado con respecto al año anterior y los resultados muestran importantes avances, el informe revela brechas existentes no solo en el resultado general, sino también en todas las dimensiones que lo componen.  

En cuanto a acceso, la brecha en la tenencia de cuentas de ahorros ha dejado de ser significativa a nivel total: los hombres (28%) y las mujeres (26%). Hoy día, 4 de cada 10 mujeres de nivel socioeconómico alto de los países evaluados tienen una cuenta de ahorros en una institución financiera formal. En el caso de la tenencia de tarjetas de débito, a pesar de que hay un progreso, los hombres (53%) siguen mostrando resultados mejores que las mujeres (49%). De acuerdo con los hallazgos interseccionales, el 73% de las mujeres con nivel socioeconómico alto cuenta con una tarjeta de débito, porcentaje significativamente mayor al 38% que se observa en el nivel socioeconómico bajo.

Respecto al uso, la brecha total entre géneros se ha reducido con respecto al año anterior. En el 2021, los hombres realizaban 7 transacciones financieras al mes y en el estudio actual el número se redujo a 6.5 al mes. En cambio, las mujeres de la región han pasado de usar 4.8 transacciones financieras al mes a usar 5.8 transacciones. Sin embargo, las mujeres que viven en zonas urbanas usan casi el doble de transacciones financieras al mes (6.4 transacciones) que quienes viven en ámbitos rurales (3.3 transacciones). Finalmente, en torno a la calidad percibida, el estudio señala que tanto los hombres como las mujeres en la región mantienen un mismo nivel de confianza por el sistema financiero.

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