El tiempo es oro, dice un conocido refrán y ante su paso veloz se hace necesario tomar una decisión oportuna y acertada ante la situación financiera de la Caja de Seguro Social.
Lo cierto es que para el 2024 las reservas del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) estarán en rojo y se necesitarán $1,182 millones de dólares para pagarles a los jubilados.
Para el consultor Jorge Nicolau, hay un problema básico y es que no hay hoja de ruta lo que hay es propuestas. Considera que lo mejor es sentar en un mismo lugar a los sindicatos, empleadores y gobierno con la asistencia de la Organización Internacional del Trabajo, Banco Mundial o Fondo Monetario Internacional, analizar la realidad de lo actual y determinar si lo que cada uno propone es viable para entonces sacar una conclusión de cuál debe ser la hoja de ruta hacia adelante para solucionar el problema.
Para Nicolau, “las medidas paramétricas se han efectuado en muchos países y casi todo el mundo lo odia, por el aumento de las cuotas y de la edad de jubilación y nadie quiere eso, pero son necesarias”. En el caso de Alemania donde se sigue este modelo, las personas se jubilan a los 67 años, tomando en cuenta que muchos europeos viven más años como se hizo en su etapa inicial.
En tanto el economista y ex subdirector de la Caja de Seguro Social, Francisco Bustamante señalo que “si no hay dinero para pagar las jubilaciones habría que tomarlo de los ingresos corrientes”.
De acuerdo con Bustamante, la Caja de Seguro Social en su diseño es una entidad financiera, esencialmente cobra prima, administra riesgo y paga a beneficiario. En la práctica es una entidad ministerial con todos los procesos de la administración pública pero muy poco de lo que es una entidad financiera.
El economista considera indispensable crear un puente para garantizar que las pensiones se puedan cubrir y preparar el camino con propuestas sensatas de posibles escenarios y recomendaciones de manera tal que los nuevos gobernantes puedan tener un abanico de opciones para analizar y para tomar una acción que sea la más positiva. Cualquiera que se tome va a tener costos y esos costos deben ser bien analizados y conocidos de manera tal que las personas puedan asumir que es un problema mayúsculo pero que todos los podemos resolver.
Por su parte, la presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, Marcela Galindo, dijo que: “somos conscientes que lograr acuerdos en la ruta a seguir no es fácil y que probablemente no lo resolveremos antes de que acabe el periodo del presidente Laurentino Cortizo, sin embargo, ello no puede ser excusa para quedarnos de brazos cruzados, porque el tiempo ya no alcanza”.
Aida Michelle de Maduro, presidente de la Junta Directiva de la Caja de Seguro Social, expresó que la institución requiere un cambio integral. Es enfática al señalar que “si hay política dentro de la institución y hay que sacarla para que se pueda dar esa reestructuración, para que las posiciones no sean por amigos sino que sean por las cualificaciones del personal que trabaja allí”.