Se estima que entre el 5% y el 10% de las mujeres en edad reproductiva padecen el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP) y muchas obtienen un diagnóstico cuando intentan quedar embarazadas y no lo logran.
El SOP es un desorden hormonal que altera el funcionamiento de los ovarios. En lugar de desarrollar y liberar un óvulo cada mes, como ocurre en un ciclo ovulatorio normal, las mujeres con este síndrome pueden experimentar una ovulación irregular o incluso ausente. Esto complica la planificación familiar y también tienen un impacto en la salud metabólica a largo plazo.
El Dr. Saúl Barrera, director médico de IVI Panamá, explicó que “El SOP es una de las principales causas de infertilidad ovulatoria. Muchas pacientes consultan por primera vez cuando llevan meses intentando embarazarse sin éxito, sin saber que el origen está en un desbalance hormonal crónico”.
Lo primero es el lograr un diagnóstico certero
El diagnóstico del SOP se basa en la presencia de al menos dos de los siguientes tres criterios, conocidos como los criterios de Rotterdam:
- Ciclos menstruales irregulares o ausentes
- Signos clínicos o bioquímicos de exceso de andrógenos (hormonas masculinas), como acné, hirsutismo o alopecia
- Presencia de múltiples folículos pequeños en los ovarios observados por ecografía (no equivalentes a quistes)
No todas las mujeres con SOP presentan todos los síntomas. De hecho, muchas mantienen un peso normal y ciclos aparentemente regulares, lo que puede dificultar su detección sin una evaluación médica completa.
Sin embargo, cuando el diagnóstico se confirma, uno de los principales retos en el camino hacia la maternidad es la anovulación, es decir, la falta de ovulación de forma regular. Al no liberarse un óvulo durante el ciclo menstrual, las posibilidades de fecundación se ven comprometidas, lo que reduce considerablemente la probabilidad de concebir de manera natural. A esto se suman alteraciones en la calidad de los ovocitos, engrosamiento del endometrio, resistencia a la insulina y otras condiciones que pueden dificultar la concepción natural.
“Por esto ante un diagnóstico de SOP el tratamiento debe ser personalizado. Algunas pacientes logran ovular con cambios en su estilo de vida, otras requieren medicamentos o técnicas de reproducción asistida como la inseminación intrauterina o la fecundación in vitro”, señala el Dr. Barrera.
Tratamiento integral, una oportunidad para actuar a tiempo
Las pacientes con SOP deben recibir un abordaje multidisciplinario. Primero se deben realizar una evaluación clínica, hormonal y ecográfica completa. Luego, hacer cambios en su estilo de vida con un plan que puede incluir desde cambios nutricionales y mejora en la sensibilidad a la insulina, hasta tratamientos hormonales.
Por esto, detectar el SOP a tiempo puede hacer una gran diferencia. Controlarlo no solo mejora las posibilidades de embarazo, sino que también reduce el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión, apnea del sueño o problemas cardiovasculares.
Contar con un equipo médico especializado, tecnología de última generación y un enfoque cercano y humano, como el que ofrece IVI Panamá, resulta fundamental para brindar confianza y acompañamiento en cada etapa. Además, el apoyo psicológico cumple un rol esencial, ya que este síndrome también puede afectar la autoestima, el bienestar emocional y la calidad de vida.
Lo más importante: el SOP no es el fin del camino. Muchas mujeres con este diagnóstico han logrado cumplir su sueño de ser madres gracias a un tratamiento personalizado, seguimiento continuo y una atención integral que coloca a la paciente como prioridad en el proceso de concebir un hijo.