La cuenca del río La Villa, vital para el abastecimiento de agua en la península de Azuero, enfrenta una crisis ambiental que combina décadas de contaminación con problemas de gobernanza y uso inadecuado del territorio. Así lo advirtieron investigadores, técnicos y autoridades en el taller “Diálogo de saberes técnicos sobre la cuenca del río La Villa”, organizado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).
El encuentro reunió a representantes del Ministerio de Ambiente, Idaan, Cathalac, Idiap, el Instituto Gorgas y la Universidad Tecnológica de Panamá, entre otras instituciones, para analizar el origen y la magnitud de la crisis hídrica. Los participantes coincidieron en que la contaminación microbiológica y química, detectada en mayo de 2025 por el mal manejo de aguas servidas, uso no regulado de agroquímicos y vertimiento ilegal de lixiviados, provocó el cese temporal del suministro de agua potable a comunidades locales.
La pérdida de cobertura vegetal, el uso no planificado del suelo y la extracción ilegal de agua agravan un escenario en el que también se han encontrado metales pesados como plomo, arsénico y cadmio, este último asociado a la actividad agrícola. El Idiap recomendó fortalecer los controles sobre fertilizantes y plaguicidas, así como ampliar las investigaciones sobre el tipo de cromo presente en la cuenca.
Durante las mesas de trabajo se plantearon soluciones que incluyen tratamientos basados en la naturaleza como humedales artificiales, biorremediación de suelos, control de sedimentos mediante diques y gaviones, y reforestación con especies de rápido crecimiento y bambú para proteger las riberas. También se propuso una metodología de granja modelo para mejorar el manejo de lagunas de oxidación, la cría porcina y el control de plagas en zonas agrícolas.
La Dra. Betzabé Atencio, de la Dirección de Seguridad Hídrica del Ministerio de Ambiente, advirtió que la cuenca sufre deforestación, vertidos no regulados, uso intensivo de agroquímicos y ocupación desordenada del territorio, en un contexto de débil gobernanza ambiental.
La presentación del Idiap puso en relieve la concentración de metales pesados en la cuenca alta, media y baja del río La Villa, como el plomo (Pb), el arsénico (As) y el cadmio (Cd), este último que proviene de actividades agrícolas. Los expositores recomendaron continuar con el control de calidad de fertilizantes y plaguicidas introducidos en el país y que se deben realizar más estudios sobre el tipo de cromo presente.
Como parte del seguimiento, la Senacyt prepara una bibliografía con investigaciones y diagnósticos técnicos sobre la calidad del agua, el suelo, la contaminación y la producción en la cuenca del río La Villa, con el objetivo de articular esfuerzos que permitan su recuperación integral.