Al cierre del tercer trimestre, la cartera de crédito continúa siendo el principal activo del sistema, con una participación del 63% sobre el total, destaca el más reciente informe emitido por la Superintendencia de Bancos de Panamá.
El crédito local ascendió a $64,610 millones, con un crecimiento moderado de 1.2%, mientras que el crédito internacional mantiene un comportamiento dinámico, con un aumento de 14.8%, impulsado principalmente por operaciones en la región latinoamericana.
De acuerdo con el informe, los depósitos totales sumaron $113,851.9 millones, un incremento de 6.1% respecto al mismo período del año anterior. El crecimiento fue liderado por los depósitos externos (+10.6%), que representan 40.6% del total. Los depósitos a plazo explicaron más del 80% del aumento, consolidándose como la principal fuente estructural de fondeo, mientras que los depósitos a la vista y de ahorro también mostraron un notable dinamismo.
En tanto, la utilidad neta acumulada del Centro Bancario Internacional (CBI) fue de $2,228.7 millones, una leve disminución de 2.4% frente al año anterior, atribuible a la compresión de márgenes y al incremento de gastos operativos.
El Centro Bancario Internacional (CBI) cerró el tercer trimestre de 2025 con resultados que evidencian fortaleza estructural y estabilidad financiera, pese a un entorno global desafiante.
En materia de liquidez y solvencia, los bancos de la plaza mantienen una posición sólida. Al cierre de septiembre de 2025, el Índice de Liquidez Legal se situó en 52.5%, con cumplimiento sostenido de los estándares regulatorios de Basilea. Por su parte, el Índice de Adecuación de Capital (IAC) alcanzó 15.78%, reflejando una posición patrimonial sólida y prudente, que refuerza la capacidad del sistema para afrontar posibles choques externos.
El activo total del CBI ascendió a $158,793.7 millones, equivalente a un crecimiento interanual de 4.7%. La expansión fue impulsada por la cartera crediticia neta, que aumentó 6.1%, especialmente en el segmento de créditos externos (+14.9%). Los depósitos también registraron un incremento de 6.1%, con un componente externo que representa el 40.6% del total, mientras que las inversiones netas crecieron 3.8%, concentrándose principalmente en instrumentos internos.

