Los deepfakes representan ya el 40% de todo el fraude biométrico

Los deepfakes, los bots maliciosos y las identidades sintéticas están transformando Internet en un espacio donde la desinformación, los fraudes y la desconfianza se multiplican. Aun así, detrás de cada desafío surgen también señales de esperanza: innovación, creatividad y nuevas formas de recuperar lo más valioso del entorno digital —su humanidad.

Carlos Angel, Gerente General para Panamá y Región Andina de Tools for Humanity, sostiene que “Con la prueba de humanidad, podemos reconstruir la confianza en la economía digital. En una era de engaños impulsados por IA, confirmar que alguien es real no debería comprometer su privacidad. Debería protegerla.”

Algunos datos de interés que usted debe conocer:

  • Un intento de deepfake cada cinco minutos. En 2024, el fraude de identidad aumentó. Las falsificaciones digitales crecieron un 244%, y los deepfakes representan ya el 40% de todo el fraude biométrico.
  • Los bots superan a los humanos. El 51% de todo el tráfico global en Internet proviene ahora de bots, el nivel más alto jamás registrado. De ese total, el 37% se clasifica como automatización maliciosa: robo de datos, difusión de estafas o imitación de usuarios.
  • Bots impulsados por IA saturan la web. Los bots basados en inteligencia artificial pueden enviar hasta 39,000 solicitudes por minuto a servidores sin protección, sobrecargando sitios web y distorsionando las métricas de tráfico. Los sectores de comercio, medios y tecnología se encuentran entre los más afectados, enfrentando altos costos de infraestructura y análisis inflados causados por tráfico “no humano”.Los fantasmas de las identidades robadas, los zombis de los perfiles sintéticos y los ejércitos de bots automatizados representan ahora un desafío multimillonario para la economía global. El estudio Identity Fraud Study de Javelin reportó que las pérdidas por fraudes y estafas alcanzaron los 47 mil millones de dólares en 2024, afectando a 40 millones de víctimas solo en Estados Unidos.

Lo que antes parecía ciencia ficción ahora está respaldado por datos. La llamada Dead Internet Theory, la teoría de que gran parte de la web ya no es humana, parece cada vez más plausible. Mientras tanto, el 98% de los expertos en IA pide ahora auditorías de seguridad a medida que la inteligencia artificial se vuelve más autónoma.

La frontera entre lo humano y lo artificial se está desdibujando rápidamente, junto con nuestra capacidad para saber quién es real en línea. Pero hay buenas noticias: la misma tecnología que está transformando Internet también puede hacerla más segura y fortalecer a la humanidad.

Prueba de humanidad: desenmascarando a los fantasmas digitales

 World, la red global de humanos reales, ofrece un camino. En su núcleo se encuentra World ID, una credencial anónima de prueba de humanidad que verifica que una persona es única y real, y no un bot.

Se trata de una nueva infraestructura para las interacciones digitales en un mundo impulsado por IA, que permitirá a las organizaciones restaurar la autenticidad de las interacciones en línea: desde la venta de boletos y el comercio electrónico hasta las redes sociales y los servicios públicos. Es una base de confianza digital que protege a las personas sin revelar su información personal.

A medida que las capacidades de la IA se aceleran, la capacidad de verificar la humanidad se está convirtiendo en la nueva frontera de la ciberseguridad, la gobernanza y el comercio. La misión de World es convertir esa verificación en una infraestructura digital clave para la era de la IA, asegurando que cada interacción digital comience con la confianza en el ser humano detrás de ella.

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