Economist Impact con el apoyo de Haleon, compañía líder en salud para el consumidor y el autocuidado, desarrollaron el Índice de inclusión en Salud. Entre los hallazgos se destaca incrementar en solo un 25% los niveles de alfabetización en salud , la habilidad de las personas para entender y utilizar información clave para tomar decisiones sobre su bienestar, lo cual podría traducirse en un ahorro anual de 303 mil millones de dólares en 40 países.
El estudio analizó los beneficios económicos y en salud de avanzar hacia sistemas más inclusivos, demostrando que no solo pueden prevenir millones de muertes, sino también generar importantes ahorros e impulsar el PIB. El índice se enfocó en 40 países y en el impacto de cerrar brechas que afectan a cuatro grupos históricamente desatendidos: personas con baja alfabetización en salud, de bajos ingresos, mujeres y adultos mayores.
Las personas con baja alfabetización en salud suelen tener dificultades para comprender información médica, desenvolverse en los sistemas de salud y tomar decisiones informadas sobre su atención. Esto se traduce en mayores costos médicos debido a tratamientos tardíos, mayor uso de servicios de urgencias y un aumento en las hospitalizaciones.
Esta misma tendencia se observa a nivel global, donde el estudio indica que una persona con bajo nivel de alfabetización en salud incurre en costos promedio de 2.408 dólares al año, mientras que quienes tienen un mayor nivel de comprensión gastan en promedio solo 868 dólares anuales.
“El Índice nos muestra que la salud inclusiva es un catalizador del progreso económico. Los efectos en cadena de contar con sistemas de salud inclusivos ayudan a reducir la desigualdad, fortalecen las economías y permiten que las sociedades resistan mejor los choques económicos. En un contexto global marcado por el aumento de las desigualdades en salud, el envejecimiento poblacional y la incertidumbre económica, el llamado a priorizar la salud inclusiva nunca ha sido tan urgente”, señaló Jonathan Birdwell, director global de Políticas e Insights en Economist Impact.
Además, los resultados reflejan que alfabetización en salud es un componente clave para avanzar hacia sistemas de salud más inclusivos. Las personas que comprenden mejor la información médica están en condiciones de adoptar hábitos de autocuidado en temas como salud bucal, prevención de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, nutrición adecuada y el cuidado de los huesos y músculos.
“En países como Panamá, donde aún se enfrentan importantes desafíos en acceso a la información y prevención, avanzar hacia una salud más inclusiva es fundamental para mejorar la calidad de vida y reducir desigualdades. Este estudio nos da herramientas concretas para demostrar que invertir en alfabetización en salud y en autocuidado tiene un impacto real, no solo en las personas, sino también en el desarrollo social y económico de nuestros países. En Haleon, creemos que empoderar a las personas para cuidar de su salud es una forma poderosa de transformar la calidad de vida de nuestras comunidades”, afirmó David Linsenmeier, director de Haleon para LATAM.
El estudio refuerza la importancia de hacer del conocimiento en salud una herramienta al alcance de todos. Mejorar la alfabetización en salud no solo permite a las personas tomar decisiones más informadas, sino que también fortalece el autocuidado, definido por la OMS como la habilidad de cada individuo, familia o comunidad para promover su salud, prevenir enfermedades y manejar condiciones de forma activa. Lograrlo requiere un esfuerzo compartido que conecte la información con las necesidades reales de la gente y facilite el acceso a prácticas de cuidado simples, efectivas y sostenibles.
“Con estos resultados, invitamos a los gobiernos, tomadores de decisiones y actores del sistema de salud a sumarse a este compromiso por una salud más inclusiva, que reconozca las barreras que enfrentan millones de personas y ponga el conocimiento al alcance de todos porque en un contexto de aumento de costos y presiones globales sobre la productividad, la salud inclusiva no es solo un objetivo deseable: es una necesidad urgente”, concluyó Kassandra Robles, gerente general para Centroamérica y el Caribe.