Un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), con el respaldo del Centro de Estudios Multidisciplinarios en Ciencias, Ingeniería y Tecnología (CEMCIT AIP), desarrolló un proyecto que estimó la exposición de las personas a contaminantes atmosféricos generados por el tráfico vehicular en varios puntos de la ciudad capital.
La investigación fue liderada por la Dra. Franchesca González Olivardía, especialista del Centro de Investigación e Innovación Eléctrica, Mecánica y de la Industria (CINEMI) y coordinadora del Grupo de Investigación Air Engineering Studies (AirES), con financiamiento de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT).
“Nuestro objetivo era estimar la exposición de las personas a la contaminación ambiental producto de los motores de combustión interna, usando herramientas computacionales como Dinámica de Fluidos Computacional (CFD), y comparar los resultados con los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, explicó la doctora González.
Contaminación diaria supera límites establecidos
Utilizando herramientas avanzadas y mediciones en campo, los investigadores detectaron que los niveles de dióxido de nitrógeno (NO₂), uno de los principales contaminantes emitidos por vehículos, son excedidos diariamente, según los registros de la estación de monitoreo ‘AirSence’ ubicada en la entrada del Campus Dr. Víctor Levi Sasso de la UTP. Este hallazgo indica que no se cumple con la resolución adoptada por el Ministerio de Salud en enero de 2023, en materia de calidad del aire.
Además, las jornadas de medición evidenciaron que casi el 20% de los vehículos particulares a gasolina no cumplen con las normas de emisiones vigentes, según lo estipulado en el Decreto Ley No. 38 de 2009.
Otro de los enfoques del estudio fue la exposición de los vendedores ambulantes a la contaminación del aire. Con apoyo de estudiantes de Salud Ocupacional de la Universidad de Panamá, se identificó que estos trabajadores pasan más de cuatro horas diarias expuestos directamente a contaminantes atmosféricos, lo que representa un riesgo importante para su salud respiratoria y general.
Los contaminantes evaluados incluyen óxidos de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono (CO), dióxido de azufre (SO₂), partículas en suspensión y compuestos orgánicos no quemados, todos relacionados con enfermedades respiratorias, alergias, y problemas cognitivos en niños.
Para la Dra. González, esta investigación marca un primer paso en la generación de evidencia científica para impulsar políticas públicas más efectivas en materia de salud ambiental. “El país necesita más estaciones de monitoreo y campañas de concienciación ciudadana sobre la calidad del aire. Este es un problema que nos afecta a todos”, enfatizó.
En el proyecto también participaron los doctores César Pinzón y Omar Cornejo; los magísteres Carlos Plazaola, Orlando Melgar y Luis Mogollón; y los estudiantes Ana Rodríguez y Cristian Rodríguez, todos de la UTP.