La confianza de los consumidores panameños continúa deteriorándose en medio de un entorno económico marcado por la incertidumbre. La más reciente medición del Índice de Confianza del Consumidor Panameño (ICCP), se ubicó en 70 puntos en junio de 2025, lo que representa una caída de 22 puntos en comparación con enero de este mismo año, cuando alcanzaba los 92 puntos.
La Encuesta Nacional del Índice de Confianza del Consumidor Panameño (ICCP), desarrollada en Panamá por la encuestadora The Marketing Group, con la colaboración de la CCIAP, es un medidor de la confianza de los consumidores, que pretende medir la percepción de éstos sobre la situación económica actual y futura del país, así como sobre las condiciones de vida de los ciudadanos.
“El Índice continúa en niveles de desconfianza, principalmente por la incertidumbre en torno a la situación económica del país y de los hogares en los próximos 12 meses. Este panorama es comparable al observado en 2023, durante el periodo de manifestaciones”, explicó María Alejandra Cuéllar, CEO de The Marketing Group.
Uno de los componentes más afectados fue la probabilidad de ahorrar dinero en los próximos 12 meses, que cayó 18 puntos, ubicándose en 69 puntos frente a los 87 registrados en enero. Este retroceso sugiere una percepción generalizada de menor capacidad financiera entre los hogares panameños, lo cual puede impactar directamente en los niveles de consumo.
Asimismo, la percepción sobre la situación económica del hogar también sufrió una caída significativa, bajando 28 puntos al pasar de 99 a 71 puntos, lo que indica un marcado deterioro en las expectativas personales de los consumidores respecto a sus finanzas familiares.
En cuanto al panorama macroeconómico, el indicador que mide las expectativas sobre la situación económica general del país en los próximos 12 meses registró una disminución alarmante de 39 puntos, bajando de 88 a 49 puntos, el nivel más bajo entre todos los componentes evaluados. Esta cifra refuerza el sentimiento de desconfianza generalizada y falta de claridad sobre una posible recuperación económica en el corto plazo.
Por otro lado, la percepción sobre el desempleo se mantuvo estable en 92 puntos, lo que indica que, si bien no ha habido un cambio significativo en este indicador, la preocupación por la estabilidad laboral persiste entre los consumidores.
Los resultados del ICCP evidencian una fuerte caída en la percepción de estabilidad económica, tanto a nivel personal como nacional, lo que podría tener efectos en la conducta de consumo en los próximos meses. Aunque se ha observado una ligera mejoría en algunos indicadores, la falta de confianza generalizada refleja la ausencia de señales claras de recuperación.