La industria avícola panameña enfrenta un reto significativo: el Tratado de Promoción Comercial (TPC) con Estados Unidos, cuyas desgravaciones iniciaron en 2012 y llegarán al 0% en 2029, permitiendo un mayor ingreso de pollo importado.
Luis Carlos Castroverde, presidente de la Asociación Nacional de Avicultores de Panamá (ANAVIP), destacó que “como hemos venido insistiendo en los últimos años a través de nuestra asociación, los avicultores panameños también reclamamos protección de nuestras autoridades para lograr esa reciprocidad equidad y trato justo que hoy demandan las grandes potencias comerciales para evitar las distorsiones comerciales y la competencia desleal que amenazan el futuro de nuestra avicultura con todo lo que ello significa para el empleo, las inversiones y demás aporte a la economía del país.
Ante este escenario, ANAVIP lanzó la campaña “Pollo Fresco 100% panameño”, para incentivar el consumo de esta proteína y fortalecer el respaldo a los avicultores nacionales.
De los productos de congelados que ingresan al país, no se tiene certeza de dónde vienen cuando se produjeron y que tiempo tienen de estar almacenados antes de llegar a nuestros mercados, argumentó Castroverde.
La avicultura panameña aporta 23.2% al producto interno bruto del sector agropecuario, el mayor aporte de todos los sectores.
En Panamá el consumo per cápita de pollo es de 123 libras por persona, consolidándose como la proteína más consumida, gracias a su alto valor nutricional y asequibilidad. Actualmente, el sector genera 80,000 empleos directos e indirectos, gran parte de ellos presentes en áreas rurales del país,
En el año 2024, se produjeron 504 millones de libras de carne de pollo, lo que abasteció el 100% de la demanda nacional.