Científicos panameños, miembros del Sistema Nacional de Investigación (SNI), estudian el incremento de bacterias resistentes ocasionando brotes de infecciones asociadas al cuidado de la salud (IAAS) y el estudio de la resistencia a los antimicrobianos. Según la Organización Mundial de la Salud, cerca de un 25% de los pacientes afectados por bacterias nosocomiales llegan a presentar un estado de sepsis que requieren admisión en la unidad de cuidados intensivos, y de estos, el 53% fallece cada año.
La Dirección de Investigación y Desarrollo (I+D) de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) realizó el café científico denominado Bacterias nosocomiales multidrogorresistentes en estancias hospitalarias con el fin de informar a la comunidad sobre las formas de prevención, aparición y control.
Los expositores fueron los investigadores: Dr. Silvio Vega, MD, MSc., de la Caja del Seguro Social, la Dra. María Eugenia Gutiérrez, MD, de Medicina interna y enfermedades infecciosas del hospital José Domingo De Obaldía y becaria de investigación de la Sociedad Europea de microbiología clínica y enfermedades infecciosa (ESCMID Fellow); y los doctores Fermín Acosta, PhD. y Amador Goodridge PhD., ambos del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat–AIP). Los doctores Silvio Vega, Fermín Acosta y Amador Goodridge son miembros del SNI.
Resistencia bacteriana
El Dr. Silvio Vega abordó el tema “Cómo se origina la resistencia bacteriana a los antimicrobianos y su significado para la salud pública”, indicando que “La resistencia bacteriana a los antibióticos es un fenómeno biológico, que afecta peligrosamente el tratamiento de las infecciones”. Su origen se remonta a poco tiempo después del descubrimiento de los antibióticos. Se trata de mecanismos de defensa que producen las bacterias para evitar ser afectadas. El fenómeno se ha acrecentado debido al uso inadecuado de los antibióticos, no solo en salud, sino también en diferentes actividades de la vida diaria como la agricultura, veterinaria y la acuicultura.
El impacto de la resistencia bacteriana en salud es enorme, mencionó el Dr. Vega, e indicó que han aparecido bacterias con resistencia a muchos antibióticos y algunas de ellas son resistentes a todos; esto implica que, si una infección producida por la forma sensible de la bacteria se curaba con uno o dos antibióticos, se transforma de prolongada curación a incurable, con las consecuentes elevaciones de la morbimortalidad por esta causa. Esta situación representa un alto costo para el cuidado de estos pacientes en el sistema de salud público. Esto es frecuente en nuestros hospitales. Los sitios más afectados son los hospitales donde se atienden pacientes con infecciones severas, muchos de los cuales también tienen comorbilidades que contribuyen a empeorar el problema.
Cuando la transmisión se da entre estos pacientes en un ambiente sanitario, se conocen como Infecciones asociadas al cuidado de la salud (IAAS) y en su mayoría se producen por bacterias que han estado expuestas a múltiples antibióticos, generando la forma de multirresistente. El conocimiento de su existencia y su forma de transmisión permite utilizar medidas de prevención y control, que son promovidas por la OMS.
Técnicas moleculares
El Dr. Fermín Acosta presentó el tema “Abordaje molecular de la diseminación de la resistencia antimicrobiana: genes, transposones, plásmidos y clones”, señalando que “La resistencia antimicrobiana (RAM) requiere ser abordada en todos sus aspectos, debido a su problemática en los tratamientos, costos y complejidad en el manejo y contención de estas. Conocer las características genéticas, moleculares y genómicas de las bacterias resulta crucial para dirigir los esfuerzos en el manejo y tratamiento eficaz”.
El Dr. Acosta, mencionó que, a nivel molecular, los cambios en el material genético de la bacteria pueden favorecer la transmisión, aparición de resistencias y brotes. Algunos ejemplos son las bacterias nosocomiales como la Klebsiella pneumoniae o Pseudomona aeruginosa, debido a la presión selectiva inducida por antibióticos, son capaces de incorporar nuevos genes (plásmidos o transposones) favoreciendo su adaptación, y aparición de nuevas cepas o clones difíciles de controlar.
De acuerdo con el Dr. Acosta, el abordaje de la RAM mediante técnicas moleculares mejora considerablemente la capacidad para rastrear los genes de resistencia frente a los antibióticos, seguir la propagación y detectar rápidamente la aparición de nuevos casos resistentes. Además, mejora los datos de vigilancia, y la instauración de medidas estrictas de control de la infección. En este sentido, el ritmo a la que aparecen la RAM puede reducirse mediante el abordaje con técnicas moleculares o genómicas para rastrear cepas de mayor riesgo, realizar administración racional de antibióticos, así como instaurar estrategias efectivas y fortalecer los programas de control de las infecciones.
La Dra. María Eugenia Gutiérrez, explicó cómo son las “enfermedades infecciosas más frecuentes producidas por bacterias multidrogorresistentes”. Ella señaló que “Las infecciones producidas por bacterias multidrogorresistentes (MDR) se encuentran entre las 10 mayores amenazas para la salud humana. Un reciente reporte de la Organización Mundial de la Salud reveló que la resistencia a antimicrobianos causó en 2019, más muertes que el VIH, la tuberculosis y malaria juntos. Estas infecciones son de difícil manejo ya que son resistentes a múltiples antibióticos y las opciones terapéuticas son de escasas a nulas”.
Las enfermedades infecciosas pueden afectar a cualquier paciente y cualquier órgano, sin embargo, hay individuos más vulnerables por factores no solo biológicos sino también socioeconómicos. Las consecuencias para la salud pública son devastadoras. El abordaje de esta crisis global demanda un abordaje multifacético y urgente.
Enfoque ‘One Health’
“Debido a la complejidad que representa la resistencia antimicrobiana (RAM) es necesario un abordaje desde diferentes disciplinas dentro del enfoque Una Salud (One Health)”, planteó el Dr. Amador Goodridge, quien conversó sobre “La importancia del control de infecciones en Salud: enfoque One Health para educación e investigación”.
El término “One Health” se originó en el siglo XIX y abarca la relación entre la salud humana, animal y ambiente. Para Panamá, el enfoque One Health es viable, evidenciado por recientes análisis sobre las publicaciones científicas en temas relacionados con One Health y enfermedades infecciosas de nuestro país entre 1990 y 2019. Sin embargo, todavía es necesario fortalecer investigaciones multidisciplinarias, interinstitucionales e intersectoriales para abordar temas como el RAM.
“Esto puede lograrse a través de colaboración oficial y la inversión estratégica para desarrollar más competencias en el manejo de antibióticos. Especialmente es importante el abordaje One Health sobre el uso indiscriminado de antibióticos (tanto en entornos clínicos como agrícolas). Estas prácticas se consideran precursoras de RAM y, por lo tanto, es un problema importante de salud pública, en particular a medida que los brotes se vuelven más frecuentes y graves”, expresó el Dr. Goodridge.
Los microorganismos resistentes existen en los seres humanos, los animales, los alimentos y el medio ambiente. La principal causa de RAM es el uso de antimicrobianos, esta problemática se agrava cuando el manejo de los fármacos se hace de forma empírica o no guiada. Por lo tanto, es esencial una recopilación y un análisis exhaustivos, colaborativos y coordinados de datos de múltiples dominios, es decir, un sistema de vigilancia de la RAM de One Health, para comprender la magnitud del problema, identificar tendencias, determinar cómo se vinculan el uso de antimicrobianos, evaluar políticas públicas y establecer prioridades.
Aunque en Panamá existe conocimiento de manejo de RAM, programas y actividades de vigilancia en diferentes sectores de salud humana; siguen existiendo lagunas de conocimientos sobre el uso adecuado de antimicrobianos en la población en general, en producción agropecuaria y transmisión en el ambiente, y también sobre la prevalencia y circulación de cepas bacterianas problemáticas de mayor riesgo de adquirir resistencia.
El enfoque One Health busca utilizar los conocimientos para integrar los distintos sectores de la salud humana, animal y ambiental para obtener una imagen completa de la situación epidemiológica de la RAM. De esta forma se logra identificar mejor los puntos críticos de control de transmisión e infección de estos microorganismos.
Un abordaje integral en contra de la RAM es la implementación de programas de optimización en el uso de antibióticos (PROA) o (Antimicrobial Stewardship programs, del inglés) como estrategia para el control del desarrollo de resistencia a los antibióticos de uso clínico.
Los PROA incluyen actividades para optimizar la selección, la dosis, la duración o la ruta de un antibiótico tanto en ambientes hospitalarios, así como la comunidad en general. También promueven regulaciones a nivel comunitario para proteger la población en general, tanto en farmacias de ventas al detal como clínicas y centros de salud públicos y privados. De esta forma, los PROA proporcionan un enfoque estándar, basado en evidencias, para el uso juicioso de antimicrobianos. De esta forma se evita el uso indiscriminado y desarrollo de RAM.